Tragedia argentina...

Alguna vez aprenderemos?
Estoy triste. ¿Por qué estas tragedias?
Le dedicaré a esta pena el hermoso Requiem de Faurè.
Un abrazo solidario a quienes les ha tocado sufrir en estas fiestas...

Feliz 05 a todos los bloggers!!!

Nos seguirá brillando el solcito!!! (mensaje pseudometafísico, no publicita ningún tipo de bloqueador solar ni campaña dermatológica)
Muchisísimas felicidades a todos... y especialmente a: Cpunto; Miursa larante; Roberto; Doc; Lirio; Elisa de Cremona; Soledad; Juania Australis; Notemetasensuvida; Labios de Rubí; Lulu Bi; Kika; Vero patitas; Sandra; Francisco; AM y varios más... Gracias a todos por ayudarme a descubrir este mundo Blog!!!

Tragedias del 2004.

Ahora estamos un poco más muertos que antes. No habíamos sido lo suficientemente castigados por bombas, balas y tornados hasta que llegó la ola y se lo llevó todo. No quedó ni la reposera donde estábamos echados al sol disfrutando de unas merecidas vacaciones, no quedó el martini con la aceituna, ni la cacatúa que nos saludaba todas las mañanas. Flotamos a la deriva como cientos de otros cadáveres que se abrazaron espantados a restos más añejos de Atocha y de niños rusos masacrados en septiembre. Así nos seguimos muriendo, por obra del hombre o la naturaleza, para que el horror sea interminable, para que la lista de huérfanos y viudas siga agregando ceros y engrosando estadísticas de hielo, para que el duelo nunca se detenga y los crespones negros y las banderas a media asta sigan siendo los adornos constantes de la humanidad.

Querida muerte: No es el fin, sólo una puesta más en escena de tu hermana -la Tragedia-. Aún somos muchos los que estamos de este lado de las pantallas de la vida, tratando de resistir tus embates furiosos. Todavía podrás pavonearte y seguir montando tus atroces espectáculos. Es posible que aún queden varios miles de años de hombres vivos sobre esta Tierra. El juego continúa. La humanidad sigue recorriendo el despiadado laberinto y buscando su estrella...

Algo que termina con una pregunta que no pretende quitarte el sueño ni las flores del ombligo.

No somos del todo estúpidos.

Esa y sólo esa debía ser la primera frase del siguiente post.

Hasta ahora se cumple el pronóstico del tiempo: avanzamos con algo de sol hacia la muerte. Cualquier muerte, la nuestra, la de las mariposas rojas y negras, la de los objetos incognocibles etc.

Entonces nos permitimos decir lo primero que se nos venga a la piel, a los sesos, al corazoncito que hace ti pi te pe ti pi te... o un sonido esterofónico similar. A nadie le importa demasiado, porque se creen más inteligentes que la mayoría. ¿Y eso a qué viene, querido náufrago? A nada específicamente. Es el mero deambular por las palabras, para que ellas mismas hagan justicia. Pobrecitas.

Es todo tan increíble.

Tan absurdo, pero hermoso.

Somos incrédulos, pero al menos creemos un poquito en la incredulidad misma... Y desconfiamos... Y nos seguimos riendo un rato más...

¿Pero... estás seguro que a tu sonrisa no le hace falta una pregunta que la deje al borde del abismo?

(Tchaikovsky. Cuarteto de cuerdas Nº 1 op. 11)

hay suficiente luz
los fantasmas también sonríen
a los pájaros ciegos
la ventana permanece quieta
en la paz de sus árboles

(deberíamos negar esta alegría
pero no nos atrevemos a hacerlo)

Regalo del Viejito Pascuero

Se portó muy bien el Viejito Pacuero. Me dejó un regalito que no me esperaba y que tampoco creo merecer, pero sea bienvenido. Yo no le había pedido nada y de pronto entre los paquetitos apareció uno con mi nombre. Lo abrí y encontré un pequeño artefacto electrónico, un poco más grande que un celular. ¿Y para qué es esto? Hasta pensé que era una broma de alguien. Venía con un manual y decía ser un “Bilocador de objetos”. Me pareció increíble, pero después de leer las instrucciones, que eran sencillas y pocas, ingresé los datos que se solicitaban, hice un clic y en cinco segundos apareció colgado en la pared del living este cuadro de Veermer. Y lo que hizo el Bilocador, no fue una copia de esa maravilla del maestro de Delft, sino poner frente a nuestros ojos el original. Y por supuesto que en el museo de Dresden sigue estando en su sala correspondiente el mismo cuadro de siempre.
Es un aparato mágico que me permitirá una vez a la semana tener el objeto que quiera en mi casa. Por mi afición a la pintura lo dedicaré casi exclusivamente a este arte. En las instrucciones en letra chica hay una prohibición de usarlo con fines comerciales. A alguien ya se la estaría ocurriendo traer a Santiago a la Monalisa. Hay otro límite en el uso, no pueden ser obras ni demasiado pesadas ni demasiado grandes, es decir para uso doméstico. Les iré contando los placeres que me deparen tantos Vincent, Modiglianis, Miros y otros que irán apareciendo en las murallas de mi departamento.
Si algún día vienen por casa... A ver... a ver... ¿qué cuadro les gustaría encontrar?


VERMEER VAN DELFT, Jan
(b. 1632, Delft, d. 1675, Delft)
Girl Reading a Letter at an Open Window
1657
Oil on canvas, 83 x 64,5 cm
Gemäldegalerie, Dresden

(Mozart / String Quintet K. 593)

...a veces la alegría de estos árboles
es sólo silencio
y las preguntas caen a tierra
para que la luz las recoja
y las guarde en otros ojos...

Piedras, sólo piedras, nada más que piedras...

He juntado estas piedras para ustedes. Son piedras volcánicas de las playas de Bahía Cumberland en la Isla Robinson Crusoe. Pueden tomarlas y hacer con ellas lo que quieran. Pueden, por ejemplo, usarlas para moler ají o arrojarlas contra el horizonte o pintar algún mensaje en su reverso y devolverlas al mar.
¿Qué van a hacer con estas piedras?

Un deseo de gato...

Soy un gato regalón y me gusta ronronear con las palabras de otros... Y resulta que de irlos leyendo me he ido encariñando y me dieron ganas de hacerles un regalito: mi último libro, y alguno anterior y otro más (de ese primero me quedan pocos ejemplares)... Y que se produzca esa magia extraña del pasaje de lo virtual a lo real... me daría gusto saber que ese alias verdadero tiene en su biblioteca real un libro del que he tenido el azar de ser el autor. Y que después me cuenten algo de un poema u otro, que los revivamos juntos... y esas cosas que engendran los libros...
¿Cómo lo hacemos?... Primero tendrán que levantar el dedo meñique hacia el cielo y decir: sí, yo los quiero, me anoto... Después tendremos que ponernos de acuerdo en la manera que esos libros lleguen a sus manos. Una posibilidad es el envío por correo. La otra infinitamente más real, es que nos juntemos en algún lugar de Santiago y yo les entregue personalmente mis libritos... Vayan diciendo cómo prefieren... Como no creo que reciba miles de “peticiones” es que me atrevo a hacerlo, no cuento con demasiados ejemplares... este gato va a sentirse muy dichoso si algunos bloggers amigos leen esos versos... porque ya he ronroneado bastante al leerlos a ustedes.
¿Les parece?

PD: Master Roberto!!! Me parece que Usted tiene todo el carisma, la simpatía y el talento para convertirse en el maestro de ceremonias de este pequeño evento... ¿Le tinca? (No se sienta obligado).

Los engranajes del tiempo perdido... el óxido de la vida cotidiana...

Nombres y alias.

Cada uno elige su alias. Elige una apariencia que permitirá la ilusión de ser virtual y ser llamado por otro que tampoco usa su verdadero nombre. Si todos los nombres son igual de arbitrarrios, entonces no hay por qué preguntarse tanto. Quizás es un juego un tanto esquizoide, pero el hecho de que sea un juego, ya nos libera de consejos antiescapistas.

¿De qué nos ocultamos realmente?

¿Por qué unos dicen sus verdaderos nombres, aunque no sé si tan verdaderos si sólo tienen la virtud de haber sido puesto por los padres, y otros dicen lo que viene de su fantasía?

¿Qué diferencia hay entre unos y otros?

La variedad de pseudónimos enriquece esta vida virtual. La mayoría de las veces nos arranca una sonrisa o nos sugiere algún tipo de ensoñación. Lo cierto es que las máscaras abundan y sobreabundan y nos permiten simultáneamente, ocultarnos y descubrirnos. Y así nos justificamos y nos seguimos preguntando e inquieriendo...

Después de todo, no somos cabalistas que buscan el nombre de dios, sino sólo jugadores que hacen clic en un nombre y abren una nueva ilusión...

(Ausencia/ 3496)

...no son tus palabras
ni mis palabras
no es el silencio de las calles
en donde nunca más pronunciaremos
el nombre sagrado
o cualquier nombre que nos acerque
a esas palabras
que ya no pertenecen a las piedras
ni al aire
ni al desconocido
que pregunta a los árboles
por nuestra ausencia

porque todo es ausencia...

Planeta fragilidad.

Tengo sólo cinco minutos para volver a creer en las palabras. Me deseo suerte. (Simulo dejar de creer y sigo avanzando). Es un juego donde siempre se cuestiona la realidad. No sé que tipo de suerte me deseo. Tal vez nombres de bloggers que sueñan mensajes que aún no se han atrevido a iluminar en sus pantallas. Siempre estoy yendo y viviendo del Planeta Fragilidad. Camino por sus calles y sus plazas y saludo a los vecinos que se asoman tímidamente para ver si sigo tan frágil como ellos y si la palabrita "siempre" sigue colgando de mi sonrisa.

Una vez en casa, un desconocido me pregunta: -¿Y, cómo le fue...?

Para responderle no es necesario quitarme la máscara que llevo, que es de cristal veneciano, y le digo:

-No estuvo mal, por lo menos pude terminar una novela de Auster, "La noche del oráculo", se la recomiendo, y digamos que cierta actividad sexual nos redimió bastante del tedio...

Pasaron los cinco minutos.

Game over.

Un naufragio de ventanas y un cielo permanente...

Palabras de cuatro colores.

No fue un buen día, queridos fantasmas.
Podrían borrarse un par de palabras de la frasecita anterior y todo seguría con su tictaqueo oscuro.

No alcanzan los relojes. La piel no encuentra la piel. Lejos del Rothko de ayer. Naranja que se convierte en gris pegajoso, y amarillo que sólo sirve para un taxi que nunca llega.

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Se deja constancia, a los efectos de esta irrealidad parcial, que el comentario de Cpunto, es decir sus versos con variaciones en post anterior, hacen que la cosa no termine tan mal, sino todo lo contrario.
Más tarde habrá música, posiblemente Bach, la casa en penumbra y todo arreglado. Así de simple, como hacer clic y confiar en las palabras que sueñan sus propios mundos y a veces nos invitan a pasar, nos acurrucan y nos dejan quedarnos allí hasta el próximo juego...

(Carl Nielsen. Chaconne para piano op. 32)

...no sabemos a quién pedirle
que este abrazo sea real
como es real el cielo de cristal
donde los pájaros se abrazan
para que todo siga siendo tan frágil
como las palabras
y la incertidumbre
y las calles
por donde nunca volveremos a caminar...

(Benjamin Britten. Suite para cello Nº 2 op. 80)

un reflejo paralelo
a la línea de destrucción
y al abrazo de dos desconocidos
que unen el vacío
a la ternura
en la oscura piedad
de saberse lejanos
de toda palabra...
de todo consuelo...

Pregunta con Rothko.

¿A alguien le importa que esta pintura de Rothko haya aparecido en la pantalla en el mismo instante en que los amantes comenzaron a tener un orgasmo con esos mismos colores y composición?

Vamos a ablandar las piedras con nuestros mensajes... Vamos a hacer que todas las ventanas se mueran de risa...

Variaciones sobre mensajes de bloggers de una misma orilla.

Botellas al mar. Sí, eso somos. Y alguien lleno de esperanza que nos dice que las orillas existen. Orillas de cristal líquido, planas y luminosas, pero orillas al fin. Los mensajes finalmente llegan. Alguien encuentra la botella y sonríe, hay una etiqueta que dice “Rayuela & Luche & Mandala” Reserva, 1991... (Año de mi arribo a Chile, más precisamente a Juan Fernández, donde viví 12 años)... Cortázar sonríe, querido Julio. Mozart sonríe, querido Wolfgang... Modigliani y Kandinsky también sonríen. Y la sonrisa se nos hace contagiosa y eso que somos algo duendes gruñones... Sí, los bloggers son duendes de orejas puntiagudas y corazón puntiagudo y ojos grandes, muy grandes... Pero a veces la ballena se traga las botellas. No es la ballena que tiene que ser salvada por Green Peace sino el Leviatán de nuestros temores e inseguridades... Así vamos avanzando de pantalla en pantalla, de casillero en casillero... De pronto un ciber pornófrago busca una nueva página XXX y da con nuestras letritas desnudas, con ese hombre que fuma en una ventana con el torso desnudo o el erótico encuentro en Bora Bora o la felicidad a la carta de los que agradecen tantos mensajes llenos de buenas intenciones... Y el ciber pornógrafo sonríe como Julio, como Mozart...

Somos y no somos: una botella con un mensaje y el mandala, y la piedrita que cae hacia el infierno y rompe la botella y torna el mensaje ilegible y se pierde... aunque todo se transforma... los mensajes de ustedes, mis queridos bloggers, se metieron en esta botella y se dejaron abrazar y lanzar nuevamente al océano...

Mundo Blog

Es como tirar la piedrita en la rayuela. Cae en una casilla o en otra. Algunas más cerca del cielo otras más abajo. Pero somos tan encantadores. Si la piedrita cae afuera, enseguida va uno y la levanta y te la da en la mano con un comentario lleno de compasión, hasta de ternura. Si fuera por este juego todo andaría mucho mejor. Ni hambre, ni guerras, ni crímenes, ni tortura. Bastarían unas letritas en los casilleros correspondientes para que esas realidades desaparezcan. Un clic y adiós al horror. Este es nuestro mundo virtual. El de los bloggers... que quizás también seamos humanos de carne y hueso. Tal vez, tengamos problemas como el resto de los hombres que no son bloggers. Aunque esta torre de marfil alcanza para todos... Somos tan simpáticos y nos decimos cosas tan lindas los unos a los otros todo el tiempo... todo el tiempo que quizás sea un destiempo... Debe ser que nos merecemos este cielo de palabras, de música, de libros y arte... este carpe diem contínuo de visitas que se cuentan y de vínculos que nos van relacionando en un solo organismo, acaso perfecto en su ilusión...

Soñemos este otro mundo imposible: todos bloggers de ojos grandes, todos frente a la pantalla, con nuestros alias sonrientes y nuestras películas al día, sólo preocupados por escribir en el blog, nada más que eso; comentando lo que hacemos y dejamos de hacer y haciendo cosas sólo para contarlas en el blog...

Arroz a la Modigliani...

Me voy a preparar un arroz. Me gustaría que llegara a almorzar Modigliani y me contara algo de este cuadro que es uno de mis favoritos. Recuerdo la pared de un pasillo de mi infancia donde había una descolorida reproducción de esta misma pintura. Le habría contando eso a Modigliani, y que mi abuelo también se llamaba Amadeo y que el cuaderno donde paso mis poemas, anterior a este actual (el Berni) fue forrado con dos de sus pinturas... Puede que sea un arroz a la Modigliani...

Sábado en la mañana con Kandinsky, Mozart y otros amigos...

(Kandisnky)

Todavía nada de Mozart: inconcebible. Pero Kandinsky se mantiene en la pantalla. Y apareció Cocteau con una frase de gatos. Gatos, siempre gatos. Voy a tener que poner la foto de Mavra, nuestro gato. Y ojalá en un rato sea Auster. También aparecieron: Labios de rubí, Roberto, Lulu Bi y Miursa Larante que anda en San Pedro. Todos en la misma ventanita donde entra el sol de esta mañana. También fue Sandra con un relato que no pude comentar, su página es Sexo y mentiras en la net; y no olvidarme de notemetasenmivida...

La mañana del sábado son nombres que deambulan por el laberinto.
Se deja constancia a los efectos de n@da@.
Descartar todo ataque de nihilismo ramplón.
Es una suerte de homenaje a los amigos... Los frágiles amigos virtuales y los que nos dejaron y nos dan su arte. Nada más que eso.
Y a maullar a otra ventana.
Después de esto sí será Mozart, posiblemente, la hermosa Sinfonía Nº 25 K. 183, que es una verdadera joyita.
Chau.
Chi vediamo.

"Falso rojo/falso azul" (Relato sobre un cuadro)

Pablo Fusser Sepúlveda. "Falso rojo/falso azul"
(Acrílico sobre tela, 1.50 x 1.00)

Le pregunté a mi amigo: - ¿Por qué le pusiste ese título al cuadro?.
-No sé. Fue lo primero que se me ocurrió y vos sabés que suelo creer en esa superstición de la asociación libre de ideas y todo ese cuento medio surrealista...
-Está bien. Me gusta. Es muy lindo. ¿Lo vendés?
-Sí, todos los que están en esa pared los vendo, me los quiero sacar de encima cuanto antes, estoy cansado de verlos ahí.
-¿Ese estuvo en tu última exposición?
-Sí, y una vieja de mierda se dio mil vueltas, me lo señó, después se arrepintió, vino el marido, me pidió un descuento, le hice un descuento y al final no se lo llevó, a lo mejor el título también le va por lo que pasó después.
- Realmente ese cuadro me gusta, en cuánto lo vendés.
- 600 lucas.
-Mucha plata para mi modesto bolsillo.
-Bueno, a ver, vos ponele un precio.
-Podría pagar unas 200 lucas.
-¿Tan poco?
-Soy un poeta pobre.
-Yo yo soy un pintor pobre y si lo vendo en 200 lucas voy a ser más pobre.
-Y si yo lo compro en 600 voy a ser aún más pobre que vos...
.........................................
La cosa es que no pudimos ponernos de acuerdo en el precio. Realmente me hubiera gustado comprarlo. A la semana fui a verlo a mi amigo y el cuadro seguía allí, volvimos a discutir el precio y me dijo:
-Mirá, la verdad es que si te gusta tanto, te lo regalaría, pero no puedo hacerlo.
-No, no pretendo que me lo regales.
-No puedo hacerlo por una razón muy sencilla.
-¿Cuál sería?
-El título, ese título de mierda que ya está puesto y no lo puedo cambiar...
-¿Qué tiene el título?
-Si te lo regalo sería contradecir el título de la obra y eso sería como aniquilarla...
-Ufff qué difícil... pero creo que tenés razón... Mejor dejémoslo ahí... Ya alguien te lo va a comprar. Lo que te pido es que me dejes sacarle una foto, creo que voy a tratar de escribir algo de esto en mi blog...
-No hay problema, sacale todas las fotos que quieras, y después contame qué carajo escribiste...
-Está bien.
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Antes de publicar en el blog el texto, se lo envié por mail a mi amigo. Al rato Pablo me llamó por teléfono y me dijo:
-Nada que ver lo que escribiste.
-No es mi culpa.
-¿Y de quién entonces?
-De nadie... Debe ser el titulito del cuadro... A veces pasan estas cosas...

Homenaje a las víctimas de la dictadura.

(Siempre la oscuridad cederá a la luz, siempre habrá algo de geometría para hacernos soñar un mundo mejor)...

Berni. Para que el cuaderno sea un poco más real. 

Para comenzar el Cuaderno Berni.

(Ravel/ Le Tombeau de Couperin)

…no esperamos otro cielo
nos alcanza este abrazo
de pocas palabras
y las calles donde caminamos juntos
que son apenas un reflejo
en el ojo de un pájaro...

...soñaremos un silencio más perfecto
sin que nadie sepa de nosotros...