Habitación blanca 4445
Mirando el adentro. Sin más intemperie que la indeterminación blanca. Piel y ojos para una misma incertidumbre. Y hacer que la tristeza blanca tenga cierta dosis de amarillo. Solcito bien dispuesto en medida de ausencia. (No aceptar más de un diminutivo en esos dos ambientes infinitamente divisibles). Palabras también blancas para cada pared del silencio. Silencio blanco a veces pintado de gris. El a veces del siempre o del nunca, pero todo blanco en paredes que respiran igual que el hombre. Aire blanco del encierro. Y la respiración que encuentra el centro donde queda la marca de un clavo. No se sabe qué nombre blanco estuvo colgado allí en ese adentro.
Foto unsologato.