(Ápeiron 4771)
La mano que no deviene mano antes de ser caricia de tiempo muerto aún sin muerte en transparencia que no es cristal ni palabra desenvolviéndose en sus lenguas de fuego al traspasar la piel en piel y quedarse quieta en la penumbra más acurrucada del agua sin boca respirando un aire más sólido que en el comienzo del jadeo que cobra ritmo de sentencia y persecución en esa calle que da vuelta sobre sí misma por la mano que se abre para dar la consistencia adecuada a ese placer de la madera del vino del papel de la pantalla de los cuerpos antes de ser caricia de tiempo muerto aún sin muerte.
Foto unsologato, La Plata, Teatro Argentino, Junio de 2008.