lunes, febrero 15, 2010

(Graffiti 5221)



Se mira las manos. Las palmas hacia arriba, se las escupe. Se toma la cabeza con ambas manos. Se golpea la cabeza contra la pared. Cuatro veces se golpea la cabeza, fuertemente, contra la pared blanca. Se hace una herida en la frente. Sangra. La sangre mancha la pared blanca. Un hilo de sangre corre por la pared hacia el piso de mármol blanco. Se vuelve a mirar las manos, las palmas hacia el cielo. Se toca la herida en la frente. Con el dedo índice de la mano derecha empapado en su propia sangre, dibuja una flor en la pared. Hace coincidir la mancha de sangre en la pared con el centro de la flor. Vuelve a untar el dedo en la herida de la frente que sigue sangrando. La sangre corre por su rostro y le salpica el pecho desnudo. Con el mismo dedo con que dibujó la flor, escribe el nombre de su amada.

Foto unsologato

lunes, febrero 01, 2010

(Ventilador 5196)



No ventilador, no, pero girar sí. Girar. Girar a la velocidad del ojo que cae dentro de la luz. Ojo caído luz adentro. Luz giratoria sin muertes paralelas pero con geometrías de angustia. Girar las manos como el pájaro cartonero. Geometrías de angustia: cuadrado y círculo del ventilador. Pedirle a la estrella más lejana que alguna cosa quieta, en su lugar de siempre, tenga consistencia de abrazo. Geometrías de angustia en su lugar de siempre y abrazo. Giraestrella que une los cuerpos en oscuridad progresiva. Obsesiva oscuridad que avanza por calles del cielo. Girar sin reloj pero con arena lamiendo el mar. Todo el mar lamido por lenguas de arena sin huellas de ventiladores ni gaviotas. Girar el pezón de ella con la misma boca que repite su ausencia. Dejar que el aire vuelva a construir la respiración. Que el aire le de nombre de mujer al ventilador de esa noche de incertidumbre. Plena incertidumbre del aire.

Foto unsologato.
El Tiempo Buenos Aires Aerod.