43 cicatrices de cumpleaños
Antes eran albatros que cumplían mares de años, mares de ínsulas sobrevuelo de plumas blancas variopintos naufragios. En la actual no-viembra la cara mutó fantasmal. La propia historieta untada con jalea de incertidumbre radical. Ma non troppo. Porque lahembramada pintó cicatrices negras para jugar noches de placer extremo expanto. Hasta que un goce vencido lo arroja al fondo de su propia náusea musical de obsesiones. No sabe si Bach o Messiane, pero sí piano vaginal y un único violín alucinatorio: cópula ritual perfeccionada con cada paso rasante del albatros sobre un mar de cemento que simula la nada.
Cicatrices que irán sumando amor al árbol del pecho y desaparecerán de esa orilla como todo rostro de hombre o albatros.
Foto unsologato.