Rompecabezas...

Las piezas de este rompecabezas no encajan.

Obedecer al silencio.

Las mismas piezas tampoco encuentran su lugar en el rompecorazones.

Foto unsologato.

(Deseo 3952)

sólo tenemos palabras

para desnudarnos

y procurar que el cielo

continúe negando

todo lo que no sea distancia

y fragilidad



Foto unsologato.

Scherzo navideño

Paz y amor. Sí, claro. Qué más. Pero el árbol que nos vendieron en 24 cuotas y que costó tanto como un trineo tirado por renos de verdad, terminó siendo un árbol carnívoro. Cuando nos acercamos a poner los regalos, el árbol de la paz y el amor, nos tomó entre sus ramas repletas de adornos y nos engulló de un bocado. Casi ni nos dimos cuenta porque a los dos segundos veíamos el mundo desde una bola de las que adornan ese árbol de la vida. A vos querida, te tocó una bola dorada que se parece bastante a tus ojos cuando mirabas el mar. Y a mí me tocó una bola roja. Al menos no nos había costado ponernos de acuerdo que las bolas debían ser rojas y doradas.

Nos buscaron los siete días de rigor y después nos dieron por desaparecidos. Tus padres se inclinaron por el fenómeno ovni: abducción navideña, un marciano disfrazado de Papá Noel, vestido de rojo y con una barba de cristal líquido o algo así; en cambio mi familia eligió una hipótesis más policial: secuestro seguido de muerte, quizás adornada de torturas y violaciones. Para ellos fue una navidad triste, quizás la peor de todas, nosotros en cambio nos divertimos bastante viendo el mundo a través de estos nuevos ojos dorados y rojos.

No sé qué va a pasar cuando desarmen el árbol. Y no quiero pensar en la posibilidad de que esas bolas rojas y doradas que nos contienen peguen un salto de cristal y se estrellen contra el suelo.

Foto unsologato.

(3949)

nos desencontramos en esta luz
que arrastra los ojos
de nuestros fantasmas


Foto unsologato.

9 ventanas y un árbol.

9 Ventanas y un árbol.


Ventana1: Una mujer le pregunta a un niño por la herida del cielo.

Ventana 2: Una pareja de amantes contemplan desde la cama el árbol y se dicen al unísono que ellos también son un árbol que logrará crecer al revés.

Ventana 3: Habitación vacía, restos de comida en descomposición, cuatro colillas de cigarrillos, siete botellas de cervezas, tierra y pelusas, papeles de diario y una nota manuscrita: “no somos la herida del cielo”.

Ventana 4: Un anciano sentando en un sillón escucha la 4ª Sinfonía de Mahler y sueña que el fin de sus días será como el aria final de esa música.

Ventana 5: No se tienen datos concretos sobre esta ventana. Tampoco imaginarios.

Ventana 6: Un corredor de propiedades le muestra el departamento a un supuesto interesado. El tipo está harto de esa propiedad, hace seis meses que no consigue arrendarla.

Ventana 7: Un computador encendido, nadie en la habitación y el protector de pantalla pasando imágenes de pinturas de Vermeer.

Ventana 8: Una pareja discute. Se insultan. Ella de pronto mira hacia la calle y dialoga dos segundo con el árbol. (La herida del cielo nadie puede ocultarla).

Ventana 9: Luz que desmiente todas las ventanas posibles.


Foto unsologato.

Sacrificio.

Por este sol y tus ojos oscuros.
Por fin vas a entender este juego del que apenas somos piezas intercambiables. Ya no vas a tener dudas sobre lo que significa ser llevado al solsticio desnudo y con los ritos necesarios para que no quede una sola gota de sangre en mi cuerpo. Espero que no derrames ni una lágrima cuando me veas allí sobre la piedra de sacrificio esperando a los verdugos con sus espadas resplandecientes. Es tan hermoso todo este absurdo de ofrecerle al sol una víctima al azar.
Sé que tú has escrito mi nombre en la papeleta del sorteo anual y he salido beneficiado para convertirme en hijo del sol. Te juro que no dejaré de sonreír a mis verdugos porque estaré convencido de que ese sol brutal del mediodía serás tú, mi amada, quien absorba toda mi sangre, se regocije con mi muerte y tiña el cielo con los colores de mi último aliento.

Foto unsologato.

(Cuarteto 3942)

hasta que se agotan las reservas de tristeza
y todo vuelve a estar en calma
en esos dos cuerpos que se estrechan
para que sigan existiendo las ventanas


Foto unsologato

Amor decápodo desmentido bifurcado ma non troppo.

Langostas(1) en el freezer y cielo gris(2) para repartir a tus soles paladares antes que tus oscilaciones de péndulo afrodisíaco conviertan el decápodo en mera tinta negra que nunca podrás canjear por caricias de agua mansa en esa desesperación pavimentada que el laberinto nos devora y el mar de perfecto plástico tan acomodado a nuestros sin sentidos geométricos trazándonos círculos en la piel de arena y luz roja con espejos orates jugando abismos sauvignon blanc(3) y ceguera concéntrica cuando un violín(4) se desnuda donde abandonamos cuerpos ajenos a la deriva de otros manjares menos impúdicos que el olvido y así tan crustáceos y beodos el uno del otro hasta que no queda ni una sola palabra que nos acurruque en su nada tibia terciopelo de muerte.

Notas marginales:

(1) Langostas de la Isla Alejandro Sélkirk, Archipiélago de Juan Fernández. Despacho a domicilio, precocidas y congeladas. A buen precio.
(2) Cielo gris de la mañana del 5 de Diciembre de 2005 en la ciudad de Santiago de Chile.
(3) Casillero del Diablo, viña Concha y Toro.
(4) Capriccio Nº 21 de los 24 Capricci op. 1 de Paganini interpretado por Salvatore Accardo.


Foto unsologato. Langostas de Juan Fernández.

(Vino 3936)

...el vino de la noche
y un beso equivocado

única posibilidad
de permanecer
en la íntima tiniebla de un nombre...


Foto unsologato. Baires, Julio 2005.