domingo, diciembre 21, 2008

Botones




Botones. Botones de colores. Como abrazo de orgiastas que saben darle placer al cielo redondo. Unívoco cielo sin botones. Aunque menos redondo, el cielo, que los botones encimados provocando soles vacíos entre las piernas. Botones en las costuras de los sexos. Botones ombligos. Ombligatorios botones de la memoria. Soles sin plegarias circulares. Botones más reales que el sol. Más reales que el arco iris o la flor que se desabotona justo en el instante de más claridad. Botones de cópula de amantes redondos. Perfectos botones de amantes abotonados. Botones de variados colores, cuerpos, silencios. Botones ojos, pezones, manos ahuecadas. Botones como agujeros de sangre en la sien. Botones arrancados con violencia. Botones en la boca y escupidos más lejos que la calle del primer abrazo. Más lejos que la muerte.

Foto unsologato.

miércoles, diciembre 10, 2008

(Collar 4860)



El collar de la alegría del cuerpo no tiene cuentas de cabezas jibarizadas ni moléculas de ausencias áulicas en caminos que van y vienen por la piel hacia la piel en profundidades que cuelgan del cuello del cielo sin guillotina uno del otro porque el collar tiene cuentas de corazones de árboles que aceptan ser peces en la condena del abrazo durante todo el péndulo de cópula con que celebran la única creencia que los ata al pecho de la tierra en respiración sanguínea del adentro.


Foto unsologato.
El Tiempo Buenos Aires Aerod.