domingo, octubre 22, 2006

(Laberinto con la Sonata del Diavolo de Tartini)

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El sol del laberinto le pregunta a tu cuerpo por mi violín. Aunque podría preguntarle por mis ojos de no mirarte la música en la piel. Silencio de cuerdas. Silencio de violinista sin ventanas. Hasta que la perversidad de las preguntas solares terminan abarcando toda la sonata: ¿cuándo volveremos a devorarnos y sepultar nuestros cuerpos, uno al lado del otro en tumbas sin identificación posible? Quizás suceda en el más lejano de los desiertos arrasado por el sol del olvido. Pero mientras tanto, el olvido es imposible porque la música sigue sonando.

Así los ausentes atesoran los agujeros en las paredes del laberinto. Única posibilidad de entrever el otro lado. Y la absurda invocación al fantasma sin nombre que ilumina el vacío y le sirve de ombligo a cualquier incertidumbre de la piel.

El vacío… mi amor… nada más que el vacío… y seguir recorriendo estos interminables pasadizos de la dualidad…


Foto unsologato

9 Comments:

Blogger Miss Mag said...

Si se da una vuelta por mi casa, verá que me inspiró. Besos.

octubre 22, 2006 11:20 p.m.  
Blogger franhilz said...

los ausentes se apoderan de los huecos en la pared
pero a veces trepan
y escapan
hasta mis sueños

sol de piedra sobre palabras guijarros

abrazo escapado, maestro!

octubre 23, 2006 1:23 p.m.  
Blogger Shlomit Baytelman said...

Gracias por tu visita....y tus palabras.

Shlomit.

octubre 25, 2006 1:34 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

El laberinto, los silencios y otra forma de silencios que podríamos llamarlos los "vacios". ¡Qué "flor" de personajes. Un vacío por aquí, otro por allá y en el viaje sideral nos metemos en un "agujero negro". ¡Guau! ¿Cómo salimos? Será que nunca más podremos salir?? Mejor no nos arriesguemos. Optemos por un silencio que por lo menos nos permita sentir los latidos de nuestro corazón. ¡Ah!, si podemos escuchar otros latidos, alegrémonos: no estamos solos.

octubre 25, 2006 8:44 p.m.  
Blogger Elisa de Cremona said...

no sé por qué me acordé de juan ramón Jiménez y esas letras de verano...
un besote enormeee

octubre 26, 2006 6:00 p.m.  
Blogger Debret Viana said...

me sacaría el sombrero, si hubiese tomado la precaución de tener uno puesto.
saludos.

octubre 27, 2006 1:32 a.m.  
Blogger Sra. Chayo said...

EL olvido como silencio, quizas sea muy evidente. Derrepente el olvido con mayúsculas es el que es "todo ruido", "nada silencio". El olvidar como laberinto si. Si no se olvida se está perdida. Yo lo estoy.

Besos gato!.

octubre 30, 2006 1:39 a.m.  
Blogger unsologato said...

Gracias gracias a quienes dejaron su huella escrita en este desierto.

besos, abrazo y parabienes felinos

octubre 30, 2006 11:36 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Los silencios no son ausencias, están saturados. Están saturados de voces: a veces tiernos susurros, otras apenas un murmullo asustado, otras tantas un grito desgarrado, estremecedor e increíblemente interminable. Mis silencios siempre te va a a abrazar, no puedo evitarlo, y anidarán en tus ojos desde donde se expandirán en ondas concéntricas.
Gato, te ofrexco mi vientre cálido y mullido para dormir

octubre 31, 2006 12:53 a.m.  

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