Pintura del laberinto.
Realidad descascarada: grados de dolor que aún no han sido sometidos al último dictamen del laberinto.
El Minotauro se rasca la cabeza con una pluma de cisne de cuello negro y respira profundo. Aunque esa profundidad no sea suficiente y el aire se le extravíe en la sangre inútil. Nunca nada es suficiente, ni siquiera la belleza de ser víctima amparada por el mito. Entonces, puede no ser del todo equivocado, buscar cierta pintura cercana al desvarío del agua: el agua de tus labios, el agua de tus ojos. El sudor que somos capaces de fabricar juntos como máquinas de placer, sin que importen demasiado las orillas, los cristales de cada uno o los colores que la piel no puede retener según el abandono de la luz. Luz que une los cuerpos.
Así de intrincado será amar al Minotauro mientras no encuentre la palabra que abra la única puerta del laberinto.
El amor como descascaramiento, mi amada, hasta que las paredes queden tan desnudas como usted, señora mía, cuando se abre para que la bestia biforme entre en su carne y en su grito que es pura luz.
(No está mal, según la luz del laberinto, que hayas cambiado un marido correcto y abnegado por un Minotauro y que me hayas concedido el honor de encarnar a ese fiero personaje).
Foto unsologato.
4 Comments:
prosa poética impecable y "chiste" final mejor...así, descascarémonos
Mi estimado, el texto es perfecto. Te felicito. Y conste que no abundo en estas escuetas palabras. Nada sobra, nada falta.
Perfecto y certero, por tanto, he aquí mis propias paredes, además algo derruidas.
textos pentadimensionales
los leo y los leo
y cada palabra
adquiere cada vez
una significación diferente
en un juego interpersonal
entre autor
misterio
y ánimo del lector
interesante
literatura relativista
interesante
muy bien, señor poeta, muy bien!
abrazo entre dos posibles puntos de espacio-tiempo
Gracias queridos gracias.
Mullido maullido y ronroneo para ustedes!!!
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