Copa vacía.
Ni agua, ni vino, ni sed. Quizás algún invisible resto de saliva que usó para decirme que su vida era eso mismo: una copa vacía. Quise besarla pero se levantó para ir al baño. La copa quedó en medio de le mesa, rodeada de silencio. Los mozos nos estaban esperando sólo a nosotros para cerrar. Ya habían levantado unas sillas, apagado la música y algunas luces. Me quedé mirando la copa vacía, haciéndola girar sin sentido, buscándole una respuesta sólo con la mirada, sin ponerle ni un dedo encima. Un vidrio ordinario y una luz un tanto sucia que no la ayudaba mucho con esos restos de palabras que dejamos flotando. Ella regresó del baño con el maquillaje retocado y se sirvió un poco de agua que quedaba en una botella. La observé beber y me parecieron muy bellos sus labios pegados al vidrio de la copa. Los movimientos que siguieron fueron menos armoniosos: se levantó, tomó el abrigo, me besó la mejilla y salió a la calle. Era inútil seguirla. Pagué la cuenta y me quedé unos minutos más contemplando la copa vacía hasta que un mozo se acercó y me dijo que iban a cerrar el local. Estuve tentado de pedirle al mozo si me podía llevar la copa, pero me pareció absurdo y la dejé allí mismo donde estaba, llena de nuestra ausencia.
Foto unsologato.
8 Comments:
Y yo estoy mirando la misma copa.
Raro el sesgo en ti, pero está bueno.
Y yo sigo mirando la misma copa.
seguro que la copa ha sido lavada y usada mil veces, pero siempre recordará esas frases de ella con una vibración tenue
hermoso, gato, hermoso
La copa y alma quedaron vacìos. Abrazos.
bonito relato gato loco, triste pero lleno de sentido para mí.
Piotr!
Es inexplicable explicar como llegué acá.
Pero como llegué dejo una señal.
Ese inexplicable y torturador vacío...
Cuando sientes que besarla es besar un cristal roto. Un hilo de sangre en el labio borra cualquier otro sabor...
Gracias por haber llenado la copa con sus comentarios...
A su salud, queridos bloggers...
Saludo felino y abrazoceánico!!!
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