Vidrio oscuro
No todo lo que se refleja en un vidrio una noche de invierno puede llegar a ser real. Entonces hay que comenzar de nuevo, pero sin permitir que avancen demasiado esas preguntas sucias que deambulan confundidas entre luces artificiales y apariencias humanas, llevándonos casi a punta de cuchillo hacia esa forma del abrazo crispada de misterio. Porque hay calles para abrazar la oscuridad y esquinas para besarse como si la primera frase del vidrio oscuro pudiese ser salvada unos pasos más allá.
Noche de invierno que termina en abrazo, piel desnuda, bocas ávidas, ritmos frenéticos de goce y una sábana redimida en el naufragio de ese sudor fabricado en pos del placer más profundo.
No eran nuestros cuerpos esos que se reflejaban en el vidrio oscuro del bar donde la gente esperaba otra cosa. Pero sí fueron nuestros cuerpos los que desplegaron esa sábana de diminutas flores rojas frente al vidrio que terminó por elegir su propia oscuridad en nuestro grito de amantes.
Foto unsologato. Baires, septiembre 2006.
4 Comments:
Precioso, frenético, húmedo, me encantó, marco en el vidrio un beso.
los reflejos son siempre universos paralelos en las letras del hombre poeta
y siempre, como las fotos viejas, reconstruyen puentes entre el sueño y las ansias
hermoso texto, gato!
abrazo de juegos luminosos
un nuevo laberinto
de espejos y paredes transparentes esta vez...
te abrazo
Gracias comentaristas por ser comentaristas de estas ínsulas y guijarros.
Abrazoceánico!!!
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