Gris al gris en el laberinto.
Vos ponés el blanco y yo el negro.
Así de simple y rotundo lo planeó el laberinto para que le entregáramos los cuerpos en una esquina que retuerce todas las posibilidades de desarticular el tiempo en partes iguales y unirlas en otro sentido: fuga concéntrica con variaciones cromófagas y desproporción de rojo. También puede ser aire sin respiración o agua que se desliza ráudamente sobre cuerpos aún no tan mutilados o quizás pintados monstruosamente con colores menos puros que aquellos que abrírán la pesadilla.
Volvamos a empezar, vos el negro y yo el blanco.
El laberinto una vez más, tratando de convencernos de la banalidad de intentar un verde sin árboles o desnudeces que nos conviertan en fantasmas capaces de cargar bloques de granito sobre las espaldas para que el muro –finalmente- nos deje del mismo lado de la ciudad. Aunque la ciudad será destruída cuatro minutos después de ese beso de cenizas y pieles temblorosas en idénticas proporciones de luz y oscuridad pétrea.
Foto unsologato, escultura de Vicente Gajardo.
6 Comments:
bien lindo gracias
Amado, no hay dudas. El laberinto sos vos, y desmontarlo te mata. O almenos mata al que fuiste hasta ahora.
El oráculo dixit.
Esto yo ya lo leí de Ud...¿si?...¿o es que a veces uno tiene cosas escritas en la mente y las proyecta en algún otro, simulando que son recuerdos aún no existentes?. Besos.
hace tiempo que no pasaba por estos lados... yo por mi lado tenia botado mi blog... debe ser que a lo mejor nada te inspira y en algun momento las alas de un angel te sacan del abismo.... y pase a visitarte.... besos
Laberíntico agradecimiento a quienes dejaron su marca de luz u oscuridad en estos pasadizos.
abrazo félido!!!
muy bueno
eso de "desarticular el tiempo en partes iguales... etc" está de genio
me dio la sensasión de ahogo y desesperación que debe haber sentido Dios en momentos de la creación
(¿cómo estuve?)
muy bueno gato, realmente excelente!
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