(Aire 4275)

El aire le miente a tu respiración. No es asfixia. No. No es jadeo gozoso de bestia ascendente. Cielo negro, estrellitas mutiladas por desesperaciones insignificantes. Y esa muerte que te pide prestada la máscara. Cualquier muerte de cualquier vida. Y la sonrisa retorcida en el borde de la copa. La copa vacía. Como todo lo que gira en el aire: delirio o persecución de un cielo más oscuro todavía. Un cielo aborrecido por los pájaros. Pero no llega a ser negro el aire. Aun en esa muerte que adelanta pasos seguís respirando en tus piedras. Piedras que te desconocen cuando interrogás la profundidad del dolor. Algo de tu voz le duele al aire. No. No es asfixia; solo la opresión de la máscara cuando retiran tu cadáver de la escena del sueño:
Despertás al lado de la mujer que amás. Ella te abraza y busca tu pecho, pero ninguno de los dos está allí. El aire miente en esa respiración.

Foto unsologato.