Sábado santo.
Sábado en la noche. Sábado santo. Te quedás en casa, sola. Merecida soledad. Te vas a la cama temprano. Un par de libros. Una taza de Earl Grey. Y ponés esa película que hace tiempo querés ver. Es una copia pirata que alguien te envió desde muy lejos. Mucho más lejos que la distancia que te separa de la pantalla y de tu mano que busca tu sexo. Aunque no quieras que nosotros seamos los protagonistas allí estamos, querida. Vos y yo, en blanco y negro como querrías que fuera toda la vida. Esa sobriedad de los contrastes a veces brutales. La distancia se acorta. Tu sexo late. Tus dedos saben muy bien lo que buscan en esas humedades. Lo que hacemos en la pantalla está muy bien para un sábado santo, nos resucitaremos mutuamente.
STOP. Pantalla azul.
Leventás el teléfono, marcás. Suena. Suena, suena aquí y allá. En todas partes suena el puto teléfono. Nadie contesta.
No puedo responderte hasta que apretes nuevamente PLAY y te dejes llevar por la pantalla y mis manos grises en tu cuerpo negro, tu boca blanca y darte vuelta y entrarte desde tan lejos.
Foto unsologato.
8 Comments:
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como crítica pituca:
Unsologato desarrolla una atmósfera balanceada entre la realidad y la metafísica, La soledad que atraviesa el cuento como una lanza en blanco y negro, a través de la genitalia y del alma de la protagonista. Y el teléfono, como única desilucionante esperanza de vida.
Simplemente genial.
desde la lejanía te admiro, a veces sin llegar a comprenderlo.
Buenos textos.
Muchas veces los recuerdos producen esas "alucinaciones" de película. Abrazos.
Una vez más lográs, con una tremenda sencillez, sin darnos tiempo a "ponernos en autos", como dicen los bogas, meternos en tus laberintos que parecen inimaginables "paseos".
No puedes contestar al teléfono hasta que se vaya tu mujer. Disimulas y cuando sale de casa me llamas tú. Y la distancia se acorta, me chupo los dedos que se pasean por mis pechos y te cuento. Deslizas tus dedos entre tus piernas, presionas, acaricias, vas y vienes y me susurras al oído, entre jadeos. La luz azul del televisor ilumina nuestro orgasmo compartido. Nos despedimos en un murmullo de ternura. Me duermo agarrada al teléfono... Me sueñas convertida en polvo de fantasma.
Hermoso, miGato, me recordaste otro paseo nocturno.
Después del comentario de Bai...me queda solamente saludar.
Entre a este sitio casi por causalidad, y me quede fascinada con los relatos y las fotos. Soy abogada, y me encanta la pintura, y leer, y te admiro!!!
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