jueves, marzo 16, 2006

La rosa amarilla

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Le había prometido que la primera vez que estuvieran desnudos la acariciaría con una rosa amarilla. A ella le fascinan las rosas amarillas y se entusiasmó con la idea. Después de varios meses de distancia y epistolario lograron hacer que sus destinos se encontraran en una ciudad equidistante. Ambos recordaron que la rosa amarilla jugaría su papel en ese ritual de la primera vez. Pero las cosas se complicaron cuando unas horas antes de la cita, el tipo no encontró por ningún lado una rosa amarilla. Las había rojas y alguna que otra blanca, pero ninguna amarilla. Que la temporada, que los precios, el clima, pero ninguna amarilla. Hacerla traer demoraría como mínimo un día, y no tenían tanto tiempo para perder. Pero fue ella quien ofreció dos alternativas de solución al problema. La primera, él la descartó por “poco romántica”, se trataba de imprimir varias fotos de rosas amarillas, que él mismo había tomado y le había enviado a ella en una oportunidad, y con esas impresiones, más una varilla de madera “fabricar la rosa”. La segunda alternativa, era no menos artificiosa, se trataba de pintar una rosa blanca de amarillo. Ambos se reían con muy buen humor ante ese simulacro de rosa y de cómo debían superar la adversidad con un poco de ingenio. Finalmente pintaron la rosa de amarillo y ella fue acariciada como debía serlo una princesa de las mil y una noches. Después se amaron y se dieron todo el placer que llevaban tanto tiempo soñando. La rosa, que simuló ser amarilla, vivió pocas horas más abandonada en ese cuarto de hotel.
Cada uno regresó a su ciudad y a su vida.
El amor entre estos amantes, no prosperó y cuando escribieron las últimas cartas de despedida, recordaron que quizás, “fue culpa de la rosa amarilla, que no fue realmente amarilla, sino un mero simulacro”.

Foto unsologato.

9 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Pobre rosa amarilla!¡Pobres amantes! que por falsificar el color de la rosa se quedaron con los corazones rotos.
¿Será que todas esas fantasías que vuelan como las hojas del otoño, se las lleva el viento?
Muy bueno el relato. Usaste un color, una flor, para darnos un cuento que nos deja con muchas preguntas.

marzo 16, 2006 3:30 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo de menos fue fa rosa amarilla, si era de verdad o era d mentira: sólo era "importante", la excusa, para escribir un post, para hacer una bella foto, no para acariciar a la "amante" (Si no se llegaron a ver, si no se rozaron, no la llamaría amante de nadie. Amantes son otras, otra cosa)

Lo de más es que a ella el tacto de los dedos de pétalos que le escribieron tantas cartas le habrían sido más que suficientes.

lo cierto es que cualquier llamada a Interflora lo habría resuelto todo.

Me gustan esos textos tuyos que cuentan la vida inventada de otros como si fueran propias.

Yo prefiero las gerberas naranjas que a veces fotografías y me regalas.

Te beso los dedos, los pétalos y los sueños (no, este texto no es para la mierda...)

marzo 17, 2006 8:00 a.m.  
Blogger Black Mamba said...

A mi parecer, aquel amor fue siempre como la rosa: simplemente nunca fue.

marzo 17, 2006 5:23 p.m.  
Blogger Clementina said...

Algunas veces un buen momento necesita ser sólo un buen momento.

marzo 17, 2006 6:17 p.m.  
Blogger fgiucich said...

Un amor que se destiñó como la rosa. Abrazos.

marzo 19, 2006 9:58 p.m.  
Blogger franhilz said...

Sin desmerecer en absoluto las virtudes del Gato-Poeta, más bien, para ponerlas de manifiesto - digo que me pareció una historia de lo más kunderiana.
El tono, el ritmo, el vocaulario delicado - una historia exquisita, contada con maestría.

La rosa se cuelga hacia abajo en un ligar seco y se deja allí, hasta que se momifica, un año, dos años más tarde - entonces, se la coloca en la internet y se cuenta su biografía.

Abrazos ...

marzo 20, 2006 12:10 a.m.  
Blogger unsologato said...

Gracias, por acompañar la rosa amarilla.

Abrazo felino!!!

marzo 20, 2006 12:28 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Ronronéame este cuento pálido, ahora que los pétalos se me han secado, y bebo la vida de otros en tus letras felinas.

Un beso descorazonado, para tu lomo, y otro para g3.

Gavi.

marzo 20, 2006 12:54 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

....Si no hay rosas amarillas, los girasoles sirven lo mismo.....y que la historia no haya funcionado, no es culpa de la pobre rosa maquillada, sino más bien de aquellos que no cruzan los puentes a tiempo, cuando aún la marea no los ha derribado...NO TE SALVES...
Me gustó el relato, está bien escrito, felicidades y abrazos felinos!.

abril 12, 2006 2:12 a.m.  

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