Pesadilla.
Cuando me dejaron salir ya no había paisaje. Subí a la terraza del edificio más alto de la ciudad: ni horizonte, ni cielo, ni tierra. El concreto era la única suavidad arquitectónica que daba refugio a unos pocos que deambulaban por las calles buscando algo qué comer. Las calles eran peligrosas. Las cosas habían cambiado con una brutalidad para la que no estaba preparado. Yo nada más quería encontrar un árbol, sentarme bajo sus ramas, hacer una siesta y soñar. Soñar que se abría una puerta y que la mujer a quien amaba esta vez no dispararía contra mí y yo la dejaría ir sin volverme loco. La policía creería a medias mi relato aunque no hubiera ningún muerto, pero sí un interrogatorio interminable del que despertaría esa mañana en que me dejarían salir hacia otra pregunta.
Foto unsologato.
5 Comments:
Delicioso relato con angustia llevada sin excesivo tormento, con la suficiente ligereza como para llegar al final del texto y soñar con que:
...Desaparece la pesadilla en cuanto de su siesta lo despierta una voz metálica anunciando maniobras de aproximación. Su mirada aturdida atraviesa las nubes en busca de una nueva pregunta. Comprende entonces que lo concreto es mucho más que una calle y que la mujer de la pistola no tiene cabida... Porque hace tiempo ya que no dejan subir armas a los aviones.
Te beso y felicito el texto.
Turbada, voy a tientas por tu dorzo de cemento, buscando la respuesta a mis oscuridades planas, hasta hallar de mí mis sabores derramados en el sol inexistente de tu fotografía.
Para ti, un miau en tus orejas, y un cosquilleo extraño en tu pancita.
qué hermosa foto! luna de concreto... luz encerrada en la ciudad... me recuerda un poco a Abre tus ojos... la versión española... pre-Cruise...
muchos besos helados...
don´t let the bedbugs bite! e.
Genial
qué menos
genial
asombrosamente excelente
Aplausos sinceros
Gracias Bai, querida bai.
Gracias Gavi, quién sos Gavi, gracias.
Gracias Eli, gracias.
Gracias Dock, muchas gracias.
Saludos felinos.
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