El caballito de Doc y Hans
(Variación sobre un memorable encuentro entre dos amigos bloggers)
Dos niños, desconocidos entre sí, pero viejos amigos en un futuro de cristal. De madera shakespereana les hicieron un caballito. Y sonaba una flauta de un lado y del otro de la calle que divide el norte y el sur. Cada uno en su distancia cabalgaba el caballito. Cada uno lo soñaba en su vereda y en su otoño.
Se hicieron hombres grandes y después de mucho andar por remotos países, un día se encontraron en el mismo escenario, donde se representaba la misma comedia del caballito de madera. El vino y la risa esperaban su turno tras bambalinas. Las ensaladas y los libros fueron una de las claves del entendimiento. Para entonces eran desconocidos pero no les costó mucho reconocerse en la antigua madera. Hablaron del caballito que también era de Troya, lo abrieron, y los aqueos de cada uno salieron a tomar la ciudad de la infancia. No hubo muertos, ni sangre, sólo juego y alegría y duendes de la memoria.
El caballito aún oculta en su madera tantas historias que vendrán...
A Hans, el Ratón de Biblioteca y a Doc Savage Jr. Gracias muchachos.
El caballito que ilustra es de Antonio Berni.
6 Comments:
Epa!
Que por aquí dedicadores y dedicatarios también reciben dedicaciones, gracias Felino.
En el fondo, todos somos hechos de esa misma madera.
La madera-greda primaria y simple de lo humano.
Querido amigo melómano: has cerrado con broche de oro un día de posts muy fecundos. Gracias por tu dedicatoria.
Tus comentarios me hicieron recordar una conversación que tuve ayer con un amigo, sobre que hace con que dos personas que no se conocen, puedan en breves minutos establecer una relación muy estrecha, como si se conocieran de toda la vida. En mi opinión se debe a experiencias vividas en vidas pasadas, pero eso es harina de otro costal.
Un abrazo, con una invitación a jugar con el caballito.
Lo lindo de ese caballito es que si estos grandulones se suben: paf... lo hacen mierda. Y por eso es que apenas lo rosan con palabras de buena educación.
Arre arre arre... caballito...
Acabo de tener una visión extraña: Doc montando a Hans y Hans montando a Doc... Pero no piensen mal, sólo jugaban al caballito.
Ay, este Gatosolouno. Lo más lindo de todo es la alegría niña de mi querido Ángel Guardián (Hans).
Besitos bien montados en el lomo de los tres mosqueteros.
Chaooooo.
Faltó el comentario osceno: Hansito, tú mi caballito, yo te monto o yo tu yegüita y tú me montas.
Ah, perdón era otro caballito.
Otro besito enyegüecido de alegría.
Chaoooo.
¿ Y es club de Toby o una puede jugar con ustedes?.
Sí puede... puede... cuando quieras te prestamos el caballito o te tenemos muñeca de trapo o rayuela...
Ud, Magdalena, es siempre bienvenida en nuestros juegos.
Ósculo de gato.
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