sábado, diciembre 01, 2007

3 flores del laberinto



Una flor sin color otra flor sin perfume y una tercera flor robada del fondo de ausencia de un cielo oscuro donde crecen pájaros con raíces rojas que aletean hacia abajo y nunca terminan de caer en las manos del muerto que cercenó la tercera flor que completa la escena de la tristeza de la tarde en que se anuncia la tormenta que arrancará todos los pétalos a las tres flores (me quiere no me quiere) y las alas a los pájaros del fondo de ausencia y el entusiasmo cadavérico al muerto que va dejando sus huesitos por el camino así el arduo laberinto tendrá una señal más de confusión para los visitantes del parque de atracciones.


Foto unsologato.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Triángulo de aromas pétalos y corazones deshojados ...
entonces me pregunto si el hombre el poeta o el pájaro sabrá que en la composición plástica la figura más dinámica más...es el triángulo!! dispara tensiones que se aquietan buscando ángulos vecinos o cercanos planos donde relajar las diagonales logrando el tan difícil equilibrio...

bello texto de una increíble armonía casi plástica.

Luana

diciembre 02, 2007 11:20 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Ninguna de las tres flores luce ni aroma.El triángulo es sólo un entusiasmo cadavérico y el laberinto no es un parque de atracciones sino un cementerio.

Belleza triste
9 rrrrrrrrrrooooonnnnnnnn
Federico

diciembre 02, 2007 12:06 p.m.  
Blogger franhilz said...

¿marca cada uno de nosotros una senda para los posteriores?
¿o cada peregrino traza su camino a lo serrat?

que sea lo que cada uno sueñe
en su nube de barrio
en sus calles rendidas

abrazo, poeta felino!

diciembre 02, 2007 12:51 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Entonces, descender por la montaña rusa y en la próxima curva, volar por encima de la valla.... Así los huesitos quedarán esparcidos, revueltos y confundidos, tanto que ni siquiera el CSI logrará recomponer dos cuerpos por separado.
Delicioso poema escenario T.Burton.

diciembre 03, 2007 10:46 a.m.  
Blogger Unknown said...

Las flores, aunque se vayan marchitando, siguen manteniendo su color. Solamente cuando se han podrido dejan de ser lo que fueron. Pero todo aquel que las vio con los ojos "verdaderos", ese no las olvidará y para él seguiran teniendo color, aroma y forma.
El laberinto es tal, según de donde se lo mire. A veces es un invento para no encontrar lo que realmente ansiamos. Abrazo de osos

diciembre 04, 2007 4:11 p.m.  

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